MIENTRAS DORMÍAS
(bff)
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Aproximadamente 24 días que me entere que estabas en terapia intensiva, hoy 27 de febrero a las 6:52 pm me digno a escribir lo que hace tiempo quería escribir, quería hacerte como especie de diario que lo hubiera iniciado con frases como “escribo esto con la esperanza de que lo leas” (lo cual no era una frase muy alentadora pero si apropiada) mientras estabas dormida para que no perdieras cada detalles de lo que ocurría a mi alrededor y en tu casa. Tal vez los estudios me quitaron el tiempo no es una excusa, era porque si hacia el diario sabía perfectamente que iba a soltar una lagrima con cada palabra que escribiera; ahora lo escribo porque acabo de escuchar tu voz un poco apagada pero ahora sé con certeza que leerás esto.
Durante una semana no dormía ni comía bien, además del hecho que ya no me quedaban lagrimas para llorar me encontraba modo –automático- a partir de ese momento hacia todo por inercia, en mi registro de llamadas no falta un día en el que haya llamado a tu madre, a tu casa o a Mariali, tengo tanto que contar que no sé por dónde empezar…quisiera contarte que mi familia tanto como la tuya estaba tan preocupada por ti que cada día me parecían que estaba viviendo una película de suspenso con las noticias tuya, jamás pensé que pasaría por esta situación, que estarías entre la vida y la muerte te juro que si hubiera pasado algo me muero yo también ( frase que me alguna vez me dijiste). Creo que fueron los peores días de mi vida porque al mismo tiempo que te encontrabas en terapia intensiva mi abuelo tuvo problemas con el corazón los doctores dijeron que tenía una “arritmia cardíaca” -es cuando el corazón late muy rápido- coloquialmente llamada taquicardia, lo llevaron de inmediato a la clínica pues también tenía problemas para respirar. ¡Carajos! ¿Qué terrible no?, por suerte no entre en desesperación y lo único que pensaba era “ten clama todo va salir bien, confía en Dios, todo pasa por algo”-un pensamiento muy positivo para situaciones tan complicadas como estas- lo menos que quería pensar, era que iba a perder a dos de las personas más importante en mi vida al mismo tiempo, así que opte por pensar positivamente y ha funcionado por ahora (eso no me funciona para los estudios).
La primera vez que subí a tu casa después de enterarme de la noticia fue tipo novela, jamás se me olvidaran las expresiones que vi al entrar, tu tía y tu abuela se me que quedaron mirando con lagrimas en los ojos, inmediatamente con una expresión de susto me puse una mano en la boca y la otra en la corazón sumándole preguntas como “¿Qué paso”? “no me digan que…” por supuesto solté algunas lagrimas en este momento pues no me esperaba algo así. Al encontramos ya sentadas en los muebles, tu abuela con un tono de voz muy bajo me empezó a contar la historia de cómo fue que llegaste al hospital y caer en terapia intensiva mientras tu tía decía pocas palabras afirmaba con la cabeza lo que contaba tu abuela, las tres en ese momento éramos las magdalenas del siglo XXI,-quería salir corriendo llegar a mi cuarto y gritarle a mi almohada ¡esto no está pasando!- después de un largo rato hablando me despedí y salí con el típico nudo en la garganta mas lagrimas en los ojos, llegue a mi casa les comente a mi familia sobre tu salud y subí a mi cuarto no a gritarle a mi almohada pero si a desahogarme un poco, por supuesto como ya sabes la cara se me puso como un globo.
Pasando los días con cada llamada que hacía, mi ánimo era peor pues recibía noticias no muy buenas acerca de tu salud casi siempre con la misma respuesta “hay que esperar” para mí la espera se hacía eterna ¿así como cuando no sabes que estás esperando?, bueno así.
Mientras dormías, conocí nuevas personas, encontré al amor de mi vida y viaje a Ámsterdam para conocer la casa de Ana Frank -ojala no fuera nada mas un sueño- dormía bastante para olvidarme de la realidad un rato pero por desgracia al despertar volvían los problemas, es entonces cuando digo “a veces solo pasan los días, pero no la vida” .
Hay una parte buena de todo esto y es que tu padre se acerco mas a ti (la luz de tu ojos) por lo que se siempre se mantuvo firme durante el tiempo que estuviste en terapia pero el crédito no solo se lo lleva el, sino tu madre -¡wow! De verdad no hubo descanso- simplemente se turnaban para ganar esa batalla juntos, creo que ya te debiste haber dado cuenta que te quieren nata y no sabes cuánto, fui testigo del “corre corre” con los que tenias a todos, realmente tenían que pasar por esto para que se dieran cuenta que necesitabas mas amor por parte de ellos y lo has logrado.
Me alegra que ahora puedas leer esto frente a mi (tal vez con algunas lagrimas en tus ojos si estas palabras llegaron a tu corazón) con una sonrisa en tu rostro, aun me queda mucho que contarte pero prefiero seguir contándote en persona como solíamos hacer, no terminare esto con frases de Autoayuda ni Psico-Emocional porque no es mi estilo -soy atípica en ese aspecto-, pero si terminare con un te quiero amiga.
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